le tengo miedo a la soledad
a la ausencia de sexo
a la falta de palabras
a la silla mecedora
a perder la ilusion, las ganas, la sonrisa...
a caminar sin dejar huella
a que se rompa el papel de arroz
a la mirada triste...
le tengo miedo a la soledad
a la ausencia de sexo
a la falta de palabras
a la silla mecedora
a perder la ilusion, las ganas, la sonrisa...
a caminar sin dejar huella
a que se rompa el papel de arroz
a la mirada triste...
This entry was posted on 10.3.07 . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can skip to the end and leave a response.
Que paradoja, le tenes miedo justamente a todo lo que durante todos estos años te esforzaste denodadamente por conseguir, que tu vida sea un enorme vacio, que una enorme soledad viva en todas las manchas de semen que adornan tus sabanas, que todo aquel que tuvo la imbecil idea de quererte bien, como una mujer se merece, se haya arrepentido, y que yo, alguna vez, hace muchos años, haya creido que eras mi amiga
Cada día me convenzo más, sos el otro yo de Rebeca, una mujer inolvidable!
Pobre es querer ser inolvidable a cualquier costo!