Archive for 04/01/2010 - 05/01/2010


.

Felipe pensó que se interpuso entre nosotras. Cuantas subjetividades inesperadas. Cuantas mas habrá? Me vuelvo curiosa.


.

pude sentir sus pestañas rasgando mi cuello.


.

Vení, sentate aca, a mi lado, a mirar conmigo. Que ves?


.

Estaba en el banco de al lado leyendo un libro, en ojotas, igual que yo, el viento no lo amedrentaba. De pronto se acercó inesperadamente y sonreí, tambien inesperadamente. Quizá deje un grafitti en este banco. Dicen que el viento en la cara plancha las arrugas.

en Valpo


.

Sali a buscar un poco de sol. Por aqui no hay muchas plazas como en Baires. Me senté entre escaleras, en el cerro Concepción. Escucho Aristimuño. Sigo sintiéndome extraña, me mudo a un banco, al lado de una Iglesia, no es que quiera purificarme, sólo que se ven cómodos y les da el solcito. Calle arriba veo el cerro, lo cables que se entrecruzan no tan lejos del suelo. Hacia la izquierda hay una curva en bajada, es la que mas me gusta (hay muchas), en uno de sus perfiles se levanta una pared con ventanas, sin nada que las cubra, parece un gran crucero viejo, agrietado con hilos de agua oxidada. Me gustaría pasar algunos días en cada casa de las que aqui hay, meciendome como Rebeca en sus galerías. Me gustaría dejar mi marca en alguna pared, en algún corazón.


.

internandome en el viaje.
desde mendoza a valparaiso,
viviendo distintas vidas
distintas casas
en el palacio al inicio,
durmiendo casi como en un altillo
en una mezcla de nacionalidades, españa, serbia y argentina
de alli a una gran mansion,
casi como podria ser el hogar de los buendia en Macondo
medio hippie,
con todos sus habitantes musicos, actores, actrices
compartiendolo todo, desde los espacios hasta la comida,
desde la risa hasta el canto y los tambores
tan musical que me acarició el alma
luego llegar a pleno centro
y encontrarme con otros freakes como yo
que pasan tiempo con sus computadores
en sus habitaciones
viviendo sus vidas, compartiendo sonrisas, miradas cómplices
pero muy pocas palabras.
en el medio reencuentros de compañeros de viaje
y un grupo de amigos al pasar que
entre cerveza y terremoto (es una bebida)
bailamos en el cerro
Roser es un capitulo aparte, una catalana a la que acompaño un rato en su viaje
recien llego a Valparaiso y que siga rodando.
.